¿Quién es realmente Saul Goodman? Cualquier adicto a Breaking Bad querría saberlo. Los acontecimientos de Breaking Bad lo dejaron sin opción, obligado a cambiar su identidad y predecir un futuro dirigiendo un Cinnabon en Omaha. La primera temporada de Better Call Saul concluyó el domingo 5 de abril, dándonos una idea de lo que es estar en la mente del peculiar abogado Jimmy McGill, el nombre de nacimiento de Saul. El primer episodio comienza con un avance de su nuevo yo, Gene, viviendo la vida que se predijo por primera vez. Gene regresa a casa solo para encontrar su vieja cinta VHS y ve anuncios antiguos, animando a las personas bajo custodia a que sería mejor llamar a Saul y, a partir de este punto, comienza el espectáculo y la trama se complica.
Better Call Saul podría haber ido en dos sentidos: o sería tan fascinante como Breaking Bad de AMC o sería una decepción.
No me decepcioné.
Los episodios están ambientados en 2002, seis años antes de que Jimmy conozca a Walter White en Breaking Bad, lo que significa que cualquiera puede verlo sin conocer la historia de fondo. La época está muy bien representada, con los teléfonos plegables y los televisores viejos, los contestadores automáticos y las secuencias de títulos.
El personaje de Jimmy es casi un reflejo de su pequeño coche rojo y amarillo. Por fuera parece un poco desaliñado y un poco rayado en la superficie, pero a medida que se revela su personaje, vemos sus verdaderos colores y su voluntad de hacer lo mejor para su carrera. Parece que sólo busca a un hombre: él mismo. Es una pena que cada vez que lo intenta alguien se lo quite. Qué mala suerte, Jimmy.
Finalmente, Jimmy decide especializarse en derecho de personas mayores, lo que significa que pasa una gran cantidad de tiempo en una residencia de ancianos preparando testamentos y gestionando asuntos después de que sus clientes hayan fallecido.
Bob Odenkirk, que interpreta a Jimmy, ha demostrado que puede ser un gran personaje protagonista a diferencia de su puesto en Breaking Bad, donde está al margen.
El espectáculo en sí es a la vez serio y divertido. Esto se muestra en el episodio 5, cuando un cliente potencial, que busca asesoramiento sobre la ley de patentes, presenta la idea de un inodoro parlante (y un poco inapropiado). Lograr el equilibrio entre estos es importante porque la buena televisión tiene elementos intrigantes y apasionantes en una historia, así como momentos divertidos que el público no puede evitar recordar después de ver toda la temporada.
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Sin olvidar a Jonathan Banks, que interpreta a Mike Ehrmantraut. Aunque no es el foco principal del programa, definitivamente es un personaje fuerte al que hay que prestar atención. Mike no hace ningún 'negocio divertido', siempre ha parecido un personaje privado y ahora en Better Call Saul, el público puede ver cómo fue su vida y cómo se las arregló para cometer actos ilegales.
Después de sospechar de las finanzas de sus clientes mayores, Jimmy investigó la residencia y encontró información para formar un gran caso. Los últimos episodios muestran a Jimmy entregando su gran caso a Hamlin Hamlin McGill (HHM), un gran bufete de abogados del que su hermano es socio. El hermano de Jimmy, Chuck, que afirmaba tener hipersensibilidad electromagnética, trabajó con Jimmy en varios casos sólo para traicionarlo al final y negarle a Jimmy un escritorio que le correspondía en la empresa. Jimmy siempre parece perder cuando hay esperanza y esta podría ser la razón por la que todos estamos de su lado, a pesar de sus malas acciones. Hay algo en él que lo hace simpático, muestra debilidad cuando se le pone a prueba pero exuda confianza cuando está en su mejor momento.
Better Call Saul es un programa que vale la pena ver, incluso si no has visto Breaking Bad.
Sólo queda una pregunta: ¿cuándo Jimmy McGill se convertirá en Saul Goodman?
