X-Men '97 tiene su episodio más devastador hasta el momento, recordándonos que, cuando Marvel Studios quiere, pueden disfrutar de la máxima narración de superhéroes, con un peso emocional magistral y todo.
Esta vez, ’97 La mirada de Genosha estaba puesta en Genosha, que ha evolucionado de un campo de trabajo mutante abandonado a una nación insular adecuada donde mutantes de todas las habilidades, colores y credos pueden vivir libres de la opresión, al menos hasta que un Wild Sentinel (o quien lo controle) si alguien) decide que esto es simplemente inaceptable.
La batalla resultante quedará grabada en nuestras mentes durante un minuto, pero sería prudente centrar nuestra atención en el consejo de Genoshan, considerando que el órgano rector de la nación cuenta con Sebastian Shaw entre sus filas. Y para aquellos de nosotros que ya estamos familiarizados con todo el asunto de Shaw, bueno, nuestras cejas siguen arqueadas.
¿Quién es Sebastián Shaw?
Mientras ’97 presenta a Shaw como miembro del consejo de Genosha, los fanáticos de X-Men saben que es mucho más famoso por ser una mala noticia.
Shaw es el líder multimillonario del Inner Circle dentro de la sucursal neoyorquina del Hellfire Club, un grupo de mutantes que desean apoderarse del mundo. La habilidad mutante de Shaw le permite absorber energía y convertirla en fuerza física, lo que lo convierte en un oponente formidable.
Shaw y su grupo se han enfrentado con los X-Men en el pasado, intentando lavarle el cerebro a Jean Grey para que se una a sus filas durante la serie animada original. Esa mala sangre nunca se reconcilió realmente. Cabe preguntarse si Shaw y los miembros más amplios del Círculo Interno (como Emma Frost, miembro del consejo de Genoshan), tuvieron algo que ver con el ataque del Wild Sentinel. Después de todo, Shaw ya había financiado el proyecto Sentinel anteriormente.
Dicho esto, arrasar con Genosha es un paso curioso si el objetivo final es dominar el mundo. Tendremos que estar atentos a Shaw y compañía a medida que avance la serie, sin importar cuántas lágrimas más tengamos que luchar para poder ver la pantalla.
(imagen destacada: Disney+)